lunes, 30 de mayo de 2016

jueves, 26 de mayo de 2016

Una paradoja hecha puerta
"Una vida no se escribe, se vive". La sentencia es de Antonio Tabucchi y, en relación con dos de mis mayores pasiones: la vida y el arte, supone también uno de mis mayores conflictos. Es muy difícil, casi imposible, mantenerse en ambos mundos simultáneamente, y un arte, en si mismo, pasar de uno a otro sin conflicto.
Quizá la solución más perfecta la encontró Marcel Duchamp: convertir su vida en obra de arte. Una solución económica pero compleja, como todo lo que hacia.
Con esta solución no solo negó el enunciado de Tabucchi, también fue el primero en plantear la indivisibilidad de arte y vida. En su biografía hay varios ejemplos concretos que nos pueden acercar a esta forma de entender vida-arte como dos partes de un todo. Uno de mis preferidos es la puerta única que permitía abrir o cerrar dos espacios distintos. No fue concebida como una obra de arte, si no como una solución cotidiana: en su estudio se encontraban dos puertas, tan cercanas la una de la otra que se molestaban entre sí, Duchamp elimino uno de las dos y con los ajustes necesarios una sola puerta pasó a ser suficiente.

Fotografía de la puerta del estudio de Marcel Duchamp en el 11 de la Rue Larrey, París





Una paradoja hecha puerta
La Vanguardia, domingo 25 de abril del 2012
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martes, 3 de mayo de 2016

'El libro de les puntxes'
Siempre he intentado prescindir de las imágenes y sustituirlas por letras. Era una decisión interpretada como original, pero que enmascaraba carencias en otros terrenos: la letra era mi fotografía, mi gráfico, mi ilustración, mi emoción. En la letra se encuentra todo. Pensamos en palabras, hablamos con letras sonoras y vemos traduciendo el significado de los objetos, de los paisajes, de los sentimientos. Mejor una letra que mil imágenes, pensaba. Qué equivocado estaba! Alguien hay más original (y sin carencias), que sin apenas palabras te sumergirá en un mar visual, de recuerdos, de principios, de movimientos, de finales. Y no podrás distinguir donde empieza la letra y donde acaba la imagen.
Los niños piensan sin saber leer. Es el pensamiento puro, sin reglas, sin párrafos, sin acentos. Es difícil hacer un libro de pensamientos usando solo la materia prima. La materia anterior al lenguaje.
Que suerte tienes Benet! Sin conocerte sé que eres grande y feliz, pues dentro del agua no se puede llorar.

“…los hombres –que se encontraban afuera- miraron de la imagen a la letra, y de la letra a la imagen, y nuevamente de la imagen a la letra, pero ya era imposible discernir que era que.”
(Rebelión en la biblioteca, Image Orwell)

Prólogo de El Libro de les Puntxes, Madrid 2001
Rodrigo Sánchez
Director de Arte del diario El Mundo
Libro completo

Sopa con palabras
La Vanguardia, domingo 6 de junio del 2010
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Acrílico, óleo, técnica mixta, collage, bordado, ordenador... Estos trabajos de los alumnos de mi curso 'Infografía creativa: entre ...